Si buscas la auténtica receta de pollo al ajillo de la abuela, la que huele a cocina de toda la vida y tiene una salsa para mojar pan sin parar, has llegado a tu destino. Este es el guiso tradicional andaluz que siempre sale bien.
En esta guía no te damos solo los pasos, te compartimos los secretos familiares para que el pollo quede increíblemente jugoso por dentro y dorado por fuera. Olvídate del pollo seco para siempre. ¡Vamos a los fogones!
⭐ Los 4 Secretos de la Abuela para un Pollo Jugoso
Lo que diferencia un pollo normal de uno espectacular está en estos detalles. Estos son los trucos de la cocina tradicional andaluza para un resultado de diez:
1. Ajo Confitado (Con Piel)
Olvida picar el ajo. El secreto es usarlos enteros, con piel y golpeados. Se confitan suavemente al principio para dejar un aceite aromático y una pasta dulce, nunca amarga.
2. El Toque de Jerez
Para el sabor andaluz auténtico, usa Vino Fino o Manzanilla. Aportan notas salinas y de almendra que transforman la salsa. Si no tienes, usa un blanco seco de calidad.
3. Sellado Fuerte
Antes de guisar, dora el pollo a fuego medio-alto. Crear esa costra dorada es innegociable: actúa como barrera para que los jugos se queden dentro de la carne.
4. El "Meneíto"
No añadas maicena. Usa la harina del rebozado y mueve la cazuela en círculos ("el meneíto") mientras cuece. Esto liga la salsa de forma natural y sedosa.
📝 Ingredientes para la Receta de la Abuela (4 Personas)
La clave de esta receta está en la calidad de sus pocos ingredientes. Como decía mi abuela, "no hace falta mucho para cocinar rico".
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1 Pollo entero troceado (1.5 kg aprox.) o piezas sueltas.
💡 Recomendación de la Abuela: Usa preferiblemente muslos y contramuslos. Tienen más grasa infiltrada y quedan infinitamente más jugosos que la pechuga para este tipo de guiso largo.
- 1 Cabeza de ajos entera: El alma del plato. Usa dientes grandes, sin pelar.
- 150 ml de Vino Fino o Manzanilla: El secreto del sabor andaluz.
- 250 ml de Caldo de pollo: Si es casero, mejor que mejor.
- 1-2 Cucharadas de harina de trigo: Para enharinar el pollo y espesar la salsa.
- 1 Hoja de laurel y unas ramitas de tomillo fresco.
- Aceite de Oliva Virgen Extra (sé generoso, es la base de la salsa).
- Sal y Pimienta negra recién molida.
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🍳 Cómo Hacer el Auténtico Pollo al Ajillo: Paso a Paso
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Preparar el Pollo. Seca bien las piezas de pollo con papel de cocina, salpimienta generosamente y pásalas por harina, sacudiendo el exceso. Este enharinado ligero es clave para que la salsa espese después.
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Confitar los Ajos. En una cazuela ancha con abundante aceite, fríe los dientes de ajo enteros (con piel y golpeados) a fuego medio-bajo hasta que estén tiernos y dorados. Retíralos del aceite y resérvalos.
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Sellar el Pollo. En ese mismo aceite aromatizado, sube el fuego y dora las piezas de pollo por tandas hasta que tengan un color dorado intenso por todas partes. Este sellado es el secreto para un pollo jugoso. Añade el laurel y el tomillo durante este paso.
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Crear la Salsa. Con todo el pollo dorado en la cazuela, devuelve los ajos confitados. Vierte el vino Fino o Manzanilla y deja que hierva un par de minutos a fuego fuerte para que evapore el alcohol.
- El Guiso "Chup-Chup". Añade el caldo de pollo caliente, baja el fuego al mínimo, tapa la cazuela y deja que el guiso cueza lentamente durante 30-40 minutos. Mueve la cazuela con un "meneíto" de vez en cuando para ligar la salsa.
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Reposo y Servir. Apaga el fuego y deja que el guiso repose tapado durante 10 minutos para asentar los sabores. Sirve el pollo bien caliente con su salsa y los ajos confitados. ¡Que no falte el pan!
💡 El "Plan B" para una Salsa Espesa (El Majado)
Si después del "chup-chup" ves que la salsa sigue muy líquida, los cocineros andaluces tienen un as bajo la manga: El Majado.
Saca 2 o 3 de los dientes de ajo ya confitados y ponlos en un mortero. Añade un trozo pequeño de pan (si es frito mejor, si no, del día anterior) y machaca hasta hacer una pasta. Diluye esta pasta con una cucharada de la salsa y devuélvela a la cazuela. Dale un hervor fuerte de 2 minutos y verás cómo la salsa traba y se vuelve cremosa al instante.
💡 Ideas para Personalizar tu Pollo al Ajillo
La receta de la abuela es la base perfecta, pero puedes darle tu toque personal con estas variaciones clásicas:
Con Patatas (La Clásica)
Fríe unas patatas en dados o rodajas (panadera) y añádelas al guiso durante los últimos 5 minutos. Se empaparán de la salsa y quedarán increíbles.
Con Champiñones o Setas
Añade champiñones laminados a la cazuela justo después de dorar el pollo. Aportan un sabor a tierra delicioso que combina genial con el ajo.
Toque Picante
Si te va la marcha, añade una o dos guindillas cayena al aceite junto con los ajos al principio. Le dará un "alegría" sutil a todo el guiso.
Versión Más Ligera
Usa pechugas troceadas (reduce la cocción a 15 min) y retira el exceso de aceite de la cazuela después de dorar el pollo, antes de echar el vino.
❓ Preguntas Frecuentes sobre el Pollo al Ajillo
- ¿Qué partes del pollo son mejores para esta receta?
- Funciona bien con cualquier parte. Si usas solo pechugas, reduce la cocción final a 15-20 minutos para que no se sequen. Si usas solo muslos o contramuslos, puede que necesiten 5-10 minutos más de "chup-chup" para quedar tiernos.
- ¿Qué vino uso si no tengo Fino o Manzanilla?
- Aunque el vino de Jerez es el secreto del sabor auténtico, puedes usar cualquier buen vino blanco seco que tengas a mano. Un Verdejo, por ejemplo, funciona bien. Lo importante es que no sea un vino afrutado o dulce.
- ¿Cómo espeso la salsa si me queda muy líquida?
- El truco más fácil es cocinar los últimos 5-10 minutos sin tapa a fuego suave para que la salsa reduzca. El enharinado inicial del pollo debería ser suficiente, pero en una emergencia, siempre puedes diluir una cucharadita de maicena en agua fría y añadirla al guiso.
- ¿Este guiso está mejor el mismo día o al día siguiente?
- ¡Está increíble de las dos formas! Pero como todos los buenos guisos, si lo dejas reposar y lo comes al día siguiente, los sabores se habrán asentado y estará aún más sabroso. Simplemente recaliéntalo a fuego muy suave.
Ya lo tienes. No solo una receta, sino todos los secretos para que tu pollo al ajillo andaluz sepa como el de antes. Recuerda: ajos confitados, un buen vino de Jerez y paciencia en el "chup-chup" son las claves del éxito.
Ahora solo te falta lo más importante: una buena barra de pan para no dejar ni una gota de esa salsa increíble. ¡Que aproveche!
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