Salsa de Tomate Casera (Estilo de la Abuela): Receta Fácil para un Sabor Auténtico

¿Por Qué Te Enamorarás de Esta Salsa de Tomate Casera?

• Sabor Insuperable: Un gusto intenso y natural que transformará tus platos. ¡Nada que ver con las industriales!
• Versatilidad Absoluta: Perfecta como salsa de tomate para pasta, salsa de tomate para pizza, base para guisos, para acompañar carnes, pescados, o como un auténtico tomate frito casero.
• Ingredientes Naturales y Saludables: Tú eliges los tomates y los condimentos. Sin conservantes ni azúcares añadidos innecesarios.
• Receta Fácil "Estilo de la Abuela": Te guiamos con cariño para que recuperes esos sabores tradicionales.
• Ideal para Conservar: Prepara una buena cantidad y aprende a embotarla o congelarla para tenerla siempre a mano.

📝 Ingredientes para la Mejor Salsa de Tomate Casera (¡Y Tomate Frito!)

Para aproximadamente 1-1.5 litros de salsa, necesitarás:

Ingredientes Base:

• Tomates Maduros: 2 kg. Los tomates pera son ideales por su carnosidad y menor acidez, pero puedes usar otros tomates rojos bien maduros.
• Aceite de Oliva Virgen Extra: 4-6 cucharadas soperas. La base de un buen sofrito.
• Sal Fina: Al gusto (empieza con 1 cucharadita y ajusta).

Ingredientes Opcionales para Potenciar Sabor y Corregir Acidez:

• Cebolla: 1 cebolla mediana (unos 150g), picada finamente. Aporta dulzor y profundidad.
• Ajo: 2-3 dientes de ajo, picados o laminados.
• Azúcar: 1 cucharadita o al gusto (para corregir acidez). También puedes usar un trocito de zanahoria o pimiento rojo en el sofrito.
• Hierbas Aromáticas: Hojas de albahaca fresca, una ramita de orégano fresco o 1 cucharadita de orégano seco, 1-2 hojas de laurel.
• Pimienta Negra Recién Molida: Al gusto.

✅ Cómo Hacer Salsa de Tomate Casera (y Tomate Frito) Paso a Paso

Esta receta es la base para una salsa versátil. Si buscas un tomate frito casero más denso, simplemente alarga el tiempo de cocción para que reduzca más.

1. Preparar los Tomates

   Lava bien los tomates. Si quieres una salsa más fina y sin piel, puedes escaldarlos: haz un corte en forma de cruz en la base de cada tomate y sumérgelos en agua hirviendo durante 30-60 segundos. Luego, pásalos a un bol con agua fría y hielo. La piel saldrá fácilmente. Si no te importa la piel (aporta fibra), puedes omitir este paso.

   Una vez pelados (o no), puedes trocearlos, triturarlos con una batidora (para una salsa más rápida) o rallarlos. Si los troceas, retira las semillas si quieres una salsa menos ácida.

2. El Sofrito Base (Opcional pero Recomendado)

   En una cazuela u olla grande de fondo grueso, calienta el aceite de oliva virgen extra a fuego medio.

   Si usas cebolla, añádela picada y sofríe lentamente hasta que esté transparente y pochada (unos 10-15 minutos).

   Añade el ajo picado (si lo usas) y cocina 1-2 minutos más, con cuidado de que no se queme.

   Si prefieres una salsa de tomate muy pura, puedes omitir el sofrito y empezar directamente con los tomates y el aceite.

3. Cocinar los Tomates

   

   Añade los tomates preparados (troceados, triturados o rallados) a la cazuela. Incorpora la sal, el azúcar (si lo usas para la acidez), y las hierbas aromáticas elegidas (laurel, orégano, albahaca al final).

   Remueve bien y lleva a ebullición suave. Luego, baja el fuego al mínimo, tapa parcialmente la olla (para que evapore pero no salpique demasiado) y deja cocinar lentamente.

4. Cocción Lenta para Concentrar Sabor

   

   El tiempo de cocción dependerá de la cantidad de agua de los tomates y la textura que busques:

   • Para una salsa de tomate ligera para pasta: Unos 45-60 minutos serán suficientes.
   • Para un tomate frito casero más espeso y concentrado: Necesitarás entre 1 hora y 1 hora y media, o incluso más, removiendo de vez en cuando para que no se pegue. La salsa habrá reducido considerablemente su volumen.

   Prueba y rectifica de sal y azúcar/acidez si es necesario durante la cocción. Si añades albahaca fresca, incorpórala en los últimos 10-15 minutos para preservar su aroma.

5. Triturar (Opcional) y Acabado Final

   Una vez que la salsa tenga la consistencia deseada, retira las hojas de laurel o ramitas de hierbas.

   Si quieres una salsa fina, puedes triturarla con una batidora de mano directamente en la olla (con cuidado de no salpicar) o pasarla por un pasapurés. Si te gusta con tropezones, puedes dejarla tal cual o triturar solo una parte.

   Si has hecho un tomate frito casero espeso, este es el momento de disfrutarlo. Si es una salsa más ligera, ya está lista para usar.

⭐ Trucos de la Abuela para una Salsa de Tomate Perfecta

🧺 Cómo Conservar tu Salsa de Tomate Casera (¡Para Tener Siempre a Mano!)

Una de las grandes ventajas de hacer tu propia salsa es poder preparar cantidad y conservarla.

• En la Nevera: En un recipiente hermético, la salsa de tomate casera aguanta bien unos 4-5 días.
• Congelación: Es el método más sencillo. Deja enfriar la salsa completamente, divídela en porciones (bolsas de congelación, tuppers) y congela. Dura hasta 6 meses o más. Descongela en la nevera o a fuego lento.
• Embotado al Baño María (Conserva Tradicional):
  1. Esteriliza botes de cristal y sus tapas hirviéndolos durante al menos 15 minutos.
  2. Rellena los botes calientes con la salsa de tomate caliente, dejando 1-2 cm de espacio libre en la parte superior. Cierra bien las tapas.
  3. Coloca los botes en una olla grande, cubriéndolos completamente con agua. Lleva a ebullición y hierve durante al menos 20-30 minutos (para botes de medio litro).
  4. Deja enfriar los botes dentro del agua o sácalos con cuidado y déjalos enfriar boca abajo sobre un paño. Comprueba que han hecho el vacío (la tapa debe estar hundida). Bien conservados, duran meses en un lugar fresco y oscuro.

🍝 Ideas para Usar tu Deliciosa Salsa de Tomate Casera

La versatilidad de esta salsa es infinita:

• Base para cualquier plato de pasta: espaguetis, macarrones, lasaña, canelones.
• La salsa de tomate para pizza perfecta.
• Como tomate frito casero para acompañar huevos, arroces, patatas.
• En guisos de carne, pollo o pescado.
• Para albóndigas o pisto.
• Como dip para mojar pan o palitos de verduras.

❓ Preguntas Frecuentes

Sobre Ingredientes y Preparación

¿Qué tipo de tomate es mejor para hacer salsa casera?

Los tomates pera maduros son generalmente los más recomendados por su carnosidad, menor cantidad de semillas y equilibrio entre dulzor y acidez. No obstante, cualquier tomate rojo bien maduro de temporada puede dar excelentes resultados.

¿Es necesario pelar los tomates para la salsa?

No es estrictamente necesario; la piel del tomate aporta fibra. Sin embargo, para una salsa de textura más fina y suave, es recomendable pelarlos, especialmente si no vas a triturar la salsa al final. Escaldarlos facilita mucho este proceso.

¿Cómo puedo quitarle la acidez a la salsa de tomate sin usar azúcar?

Puedes añadir una zanahoria pequeña rallada muy fina o un trozo de pimiento rojo al sofrito inicial; estos vegetales aportan dulzor natural que ayuda a equilibrar la acidez. Una pizca muy pequeña de bicarbonato sódico (con cuidado de no excederse) también neutraliza la acidez.

Sobre Textura y Conservación

¿Cómo puedo espesar mi salsa de tomate si queda muy líquida?

La forma más natural es prolongar la cocción a fuego lento sin tapa para que el exceso de agua se evapore. También puedes añadir una cucharadita de Maizena disuelta en un poco de agua fría hacia el final de la cocción y remover hasta que espese, aunque esto puede alterar ligeramente el sabor puro del tomate.

¿Cuánto tiempo dura la salsa de tomate casera en la nevera?

En un recipiente hermético y bien refrigerada, la salsa de tomate casera suele durar entre 4 y 5 días. Si la embotas correctamente al baño maría, puede durar varios meses en un lugar fresco y oscuro.