Limpieza después de cada uso: Después de utilizar la barbacoa eléctrica, espera a que se enfríe y luego límpiala con un paño húmedo y detergente suave. Presta especial atención a la parrilla y a las bandejas de goteo, eliminando cualquier residuo de alimentos o grasa.

Desmonta y lava los componentes desmontables: Si tu barbacoa eléctrica tiene componentes desmontables, como las parrillas o las bandejas de goteo, retíralos y lávalos con agua caliente y jabón. Utiliza un cepillo suave para eliminar cualquier suciedad adherida y asegúrate de enjuagarlos bien antes de volver a colocarlos en su lugar.

Elimina la grasa acumulada: La grasa puede acumularse en diferentes partes de la barbacoa eléctrica, como en las paredes interiores y en los quemadores. Utiliza un raspador de parrillas o un cepillo de alambre para eliminar la grasa y los residuos adheridos. Si es necesario, puedes utilizar un limpiador especializado para barbacoas eléctricas.

Limpia los cables y conexiones: Asegúrate de desconectar la barbacoa eléctrica antes de realizar cualquier limpieza. Limpia los cables y las conexiones eléctricas con un paño húmedo y seco para eliminar el polvo y los residuos. Verifica que no haya cables dañados o sueltos y, en caso de encontrar algún problema, consulta a un profesional.

Almacenamiento adecuado: Cuando no estés utilizando la barbacoa eléctrica, guárdala en un lugar seco y protegido, preferiblemente en un cobertizo o en el interior de tu hogar. Si utilizas una funda protectora, asegúrate de que esté limpia y seca antes de cubrir la barbacoa.